El SACRA trabaja desde 2007 junto al Banco Popular de la Buena Fe (BPBF), puesto en marcha por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y destinado a emprendedores de los sectores populares de todo el país.
Aquel año, a partir de un relevamiento, salió a la luz que del total de emprendedores la mayoría eran mujeres que trataban de buscar salidas a la pobreza a través de microemprendimientos en el hogar, como una tarea agregada a su trabajo de amas de casa.
Nuestro sindicato también estaba integrado por amas de casa y esta coincidencia espontánea marcó el inicio de la relación con el BPBF, cuyos tres grandes objetivos son: recuperar los valores solidarios, promover una comunidad organizada, y generar trabajo a partir de autoempleo.
Para la implementación del banco, el Ministerio de Desarrollo firma convenios con las organizaciones encargadas de llevar adelante la iniciativa –el SACRA es una de ellas–, las que a su vez acuerdan con las organizaciones ejecutoras locales que se constituyen en bancos populares.
Cada organización ejecutora conforma un equipo para capacitar y acompañar a los emprendedores en la formulación de proyectos y el proceso de fortalecimiento sociopolítico que se activa con la propuesta.
Los créditos son individuales pero se requiere armar una garantía solidaria y un grupo de cinco personas que se reúnen periódicamente en la vida de centro, un espacio donde devuelven el crédito, analizan, mejoran sus emprendimientos de manera colectiva y abordan los problemas en su comunidad.
El compañerismo, la confianza, la lealtad, la palabra –todos ellos valores silenciados durante décadas de neoliberalismo–, fueron recreándose y reproduciéndose gracias a este programa. Así surgieron las Amas de Casa Emprendedoras, una experiencia que puso en valor nuestros conocimientos y saberes.
Desde el SACRA organizamos y capacitamos a centenares de compañeras que han podido mejorar su calidad de vida mediante la generación de una fuente de trabajo que las tiene como protagonistas. El SACRA – Área Metropolitana fue la primera organización en otorgar los microcréditos del “Banquito de la Buena Fe” a mujeres residentes en la Ciudad de Buenos Aires.
El BPBF generó el surgimiento de nuevos interlocutores sociales como la Red Nacional de Organizaciones del Banco Popular de la Buena Fe, un espacio integrado por las organizaciones de todo el país vinculadas a través de la experiencia.