La infertilidad es una enfermedad que se estima afecta a 45 millones de personas. Según la Organización Mundial de la Salud 1 de cada 6 parejas tiene dificultades para concebir.
Existen técnicas de prevención que permiten realizar un chequeo del nivel de fertilidad. A través de una simple muestra de sangre, hecha en cualquier período del ciclo menstrual, las mujeres que estén planificando ser madres, pueden saber si esto es posible. La HAM es la hormona antimulleriana, de ella puede medirse la cantidad y calidad de óvulos que tiene la mujer, permitiendo así la reserva ovárica con la que cuenta una mujer. A través de una simple muestra de sangre, hecha entre el 1 y 3 día de la menstruación se puede saber si la maternidad es posible.
Existen diferentes técnicas de preservación de la fertilidad, sin embargo la vitrificación de óvulos es la única que permite conservar la capacidad reproductiva de la mujer hasta el momento en que opte por el embarazo. Se trata de un método que permite posponer la maternidad hasta el momento que lo desee, basándose en el congelamiento acelerado de los ovocitos. Esta técnica garantiza que no se dañen los óvulos debido a que la vitrificación los enfría con rapidez para que la transformación de líquido a sólido sea instantánea y los óvulos queden intactos.
En la mujer, la edad más fértil va de los 20 a los 30 años. Luego baja levemente hacia los 35 años y a partir de allí se evidencia un descenso de la reproducción no solo por tener menor calidad en sus óvulos y mayor riesgo de aborto sino también por otros factores de riesgo que se incrementan. En el hombre, existe un declinar de la función testicular gradual pero inexorable y real, es recomendable que realice un espermograma, para evaluar su capacidad reproductiva.
Muchas parejas deciden postergar el momento de ser madres/padres, una posibilidad a considerar también es la de criopreservar óvulos o espermatozoides. El beneficio es que se conservan gametos de la “edad” del momento en que se congelaron.
Según estimaciones de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMeR), entre el 25 y el 30 % de los procedimientos de fertilidad asistida en Argentina requiere de la utilización de óvulos donados, esto representa 1 de cada 4 procedimientos de alta complejidad.
La Asociación Americana de Fertilidad recomienda realizar controles ginecológicos anuales desde el inicio de las relaciones sexuales; vacunarse contra la rubéola las mujeres mayores de 15 años; controlar el peso; no fumar, consumir drogas o alcohol en exceso; conocer el período de fertilidad femenina; considerar el riesgo asociado a un embarazo tardío; realizar consultas médicas a tiempo frente a diversos signos de alerta; comer sano y realizar actividad física; en el caso de pacientes oncológicos preservar tejido, (tanto óvulos como espermatozoides), antes de someterse a tratamientos de quimio o radioterapia; usar anticonceptivos de barrera como el preservativo para evitar enfermedades de transmisión sexual.