Día Mundial de la Alimentación

La finalidad del Día Mundial de la Alimentación es concientizar sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza. Las Amas de Casa jugamos un papel fundamental en la construcción de la seguridad alimentaria.

Desde OSSACRA compartimos las recomendaciones que propone la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura -FAO- para mejorar nuestra alimentación, desde una manera más sustentable y comprensible con el lugar que vivimos.

Repensar el impacto ambiental de los alimentos que consumimos, por ejemplo la producción de algunos alimentos requiere más recursos naturales, como el agua y evitar la compra de alimentos que tengan cantidades excesivas de embalaje.

Diversificar la dieta dieta añadiendo alimentos tradicionales, locales y de temporada, en un esfuerzo por mantener la biodiversidad. Aprender acerca de sus valores nutricionales y buscar recetas para cocinar comidas usando esos ingredientes.

Almacenar los alimentos de manera adecuada puede ayudar a mantenerlos frescos, inocuos y conservar nutrientes preciados. Al almacenar en las alacenas o en la heladera, colocar los productos más antiguos al frente y los nuevos en la parte posterior. Usar recipientes herméticos para mantener los alimentos frescos en el freezer y cierra bien los paquetes para evitar que se deteriore su contenido.

Incorporar verduras y frutas frescas, maduras y de temporada a diario, y añadir más legumbres, frutos secos y granos integrales a tu dieta. Las legumbres y las nueces son una gran fuente de proteínas de origen vegetal. Además, las legumbres pueden ser más baratas que las proteínas animales.

También son más respetuosas con el medio ambiente. Reducir el consumo de alimentos elaborados de manera industrial y bebidas con alto contenido de grasas saturadas, azúcar o sal, y trata de no comer cantidades excesivas de carne y otros productos de origen animal.

Siempre que se pueda, intentar sustituir los alimentos refinados “blancos” por sus equivalentes integrales, que son mucho más nutritivos (arroz, harina y pan integrales, etc.). Si bien las grasas insaturadas (presentes en el pescado, los frutos secos y en los aceites de girasol, soja, colza y oliva) son parte de una alimentación sana, debes vigilar la ingesta de grasas trans producidas de manera industrial que se encuentran en los alimentos fritos, entre otros. También debes limitar el consumo de grasas saturadas (presentes en las carnes grasas, mantequilla, etc.)